Quienes ya debutaran en el género de superhéroes con la anterior entrega del Capitán América (Captain America: The Winter Soldier), Anthony Russo y Joe Russo se confirman como unos respetables realizadores capaces de manejar el universo Marvel con buena factura, solidez y dignidad.
El esperado enfrentamiento entre el "Team Stark" y el "Team Cap" funciona como una trepidante película de acción aderezada con las justas dosis de dramatismo y rematada con la aparición (alguna muy esperada) de personajes de otros títulos. Black Panther está fenomenal como un implacable y misterioso guerrero de traje tecnológico oscuro. Spidey se lleva todo el protagonismo en sus minutos de parloteo y acrobacias (casi todo el tiempo CGI). Ant-Man es repescado aquí (como ya nos anticipaba la escena post-créditos de The Winter Soldier) y lo hace para dar mucho espectáculo.
La escena del aeropuerto: el epicentro de un título con el que Marvel confirma una hoja de estilo que parece dictar la absoluta complicidad con el fan y garantizar la diversión. Y lo hace jugando muy hábilmente con la ligereza del relato -con momentos en que los propios protagonistas parecen no tomarse en serio la acción o ser muy conscientes del exhibicionismo de la escena-, pero sabiendo crear puntos de tensión dramática con los que inyectar emoción a la historia.
Aunque la película carece de un supervillano de peso, el tratamiento del guión es mejorable y no cuenta con los desparrames visuales a modo de splash page que Whedon ofrece en sus entregas de Los Vengadores, esté título, enmarcado quizá más en el género de acción, thriller y cine de espías, te deja la sensación de estar muy próximo a las brillantes páginas y saturados colores sobre papel estucado de los cómics de toda la vida.
Para abrir boca ante el inminente estreno de Capitán América: Civil War qué mejor que la música compuesta por Henry Jackman para la anterior entrega (The Winter Soldier).
El que ya hiciera partituras para las entregas de Kick-Ass, X-Men: primera generación, Kingsman: servicio secreto o la reciente La quinta ola, combina la instrumentación clásica con algún ribete nostálgico y patriótico con la tralla contundente filtrada de gritos electrónicos para la acción apabullante. La extraña figura del Soldado de Invierno se ve reforzada sin duda por el retrato musical que lo acompaña (track 06 "The Winter Soldier"), una exploración de sonidos robóticos e interferencias mucho mejor parada que la de la ruidosa Batman V Superman.
Una banda sonora funcional y acertada para una película con reminiscencias al thriller político, con autoridades involucradas, espionaje, traiciones, infiltrados pero también "Nuevo Orden Mundial" y conspiranoia. Un título en la línea de las principales entregas de La casa de las ideas y sobre todo de las anteriores entregas de El Capi: te da justo lo que esperas, que no es poco.
No puedo más que calificar el cómic
“El mundo a tus pies” de Nadar (Astiberri. 2015) como “realista”.
Y no por la temática (el hastío transgeneracional ante la falta de
oportunidades en el contexto de la crisis económica en España), ni
siquiera por su aproximación; la suma de historias contadas desde
dentro, el protagonista colectivo –como si de una película
catastrofista se tratara-, el intimismo, la descripción de una
situación desde el punto de vista de quienes la sufren, con nombre y
apellidos, sentimientos, anhelos, relaciones y afectos.
El mundo a tus pies tiene una
estructura realista porque se trata de un collage de historias que no
empiezan ni acaban, sino que se nos muestran como un conjunto no
resuelto, inabarcable, en fragmentos que podríamos conocer, incluso
que hemos conocido. Es un vistazo relámpago a una realidad que se
puede atisbar en el día a día, que destapa aquello de lo que no se
habla pero que ocurre y profundiza en lo que conocemos, oímos en las
noticias o le está pasando directamente a un vecino o amigo.
Una obra imprescindible, actual,
humana, dibujada con honestidad y belleza, salpicada de insertos,
planos detalle, elipsis y viñetas conclusivas que saltan a la cara
como un delicioso puñetazo, una caricia que araña, o el amable
zarpazo de un amigo.
Uno de los títulos más esperados del año sin duda ha sido Batman V Superman: Dawn of Justice. El arranque del nuevo universo cinematográfico de DC concebido para sentar las bases de La Liga de la Justicia no ha dejado indiferente a nadie.
Variedad de opiniones frente a la película surcan la red tanto a favor como en contra: desde los que la califican de truño infumable hasta los amantes incondicionales de un título que ha intentado aglutinar una cantidad de personajes y referencias que quizá ha pasado factura a su acabado, consistencia y metraje.
Como pasaba en la anterior Man of Steel, la película tiene una decaída importante hacia la mitad del extenso metraje, lastrada por la hipertrofia de efectos, un guión más que inconsistente y una construcción de algún que otro personaje algo discutida.
Después de todo el pifostio que se montó por la elección de Ben Affleck como el nuevo Batman/Bruce Wayne, este ha resultado uno de los mejor valorados por la crítica y el fandom en general, hasta el punto de que ya tiene luz verde para dirigir y escribir la nueva entrega del murciélago. Henry Cavill se queda en unas medias tintas en su papel de un Superman acomplejado y atónito, muy desdibujado y con poco desarrollo para ser un coprotagonista. Por su parte, Gal Gadot tiene una aparición estelar como la nueva Wonder Woman, salvando uno de los momentos más catastróficos en todos los sentidos, cuando la criatura Doomsday (el artífice de la muerte de Superman en la saga de cómics homónima publicada a principio de los noventa) se encuentra arrasando Metrópolis.
Una de las actuaciones menos que se ha acogido como muy poco acertada es la de Jesse Eisenberg dando vida a un joven Lex Luthor demasiado freak e histriónico, actuación que no desagrada del todo, pero que no tiene la presencia y el interés que la mente criminal más grande del siglo y archienemigo de Superman merece.
Lois Lane sale mejor parada que en la anterior Man of Steel; Amy Adams hace lo que puede con casi todo en contra y consigue encajar en el papel de la periodista del Daily Planet. Lo mismo ocurre con el nuevo Alfred; Jeremy Irons se limita a dar voz y cuerpo a un personaje reinventado (imposible la comparación con el de Michael Caine) que no destaca, pero que tiene algún momento regalado como extraño mentor de Bruce Wayne. Incluso la voz de la consciencia es oscura en este nuevo Batman.
Snyder trata de crear una nueva y poderosa mitología; la de los superhumanos que viven en secreto entre los mortales destinados a salvaguardar el mundo de amenazas oscuras y poderosas, y lo hace parafraseando a Excalibur (John Boorman, 1981) desde el inicio del film, en el que vemos anunciada la película en los cines donde Bruce Wayne acude con sus padres la noche en que son asesinados, hasta en la imponente armadura de Batman, la lanza sumergida en el agua o el apoteósico final. Otra de las películas en exhibición la noche de la génesis del murciélago es The Mark of Zorro de 1940, con Tyrone Power.
Aunque le director haya sabido ganarse al lector de cómics trasplantando a la gran pantalla situaciones, personajes e incluso portadas y viñetas icónicas (los famosos "easter eggs"), que parecen servir de alivio en medio de un guión que flojea, la película no convence, e incluso el fan acaba en ocasiones en desesperada lucha consigo mismo obviando fallos de guión y situaciones descuidadas, inconsistentes o ridículas, para no perder la ilusión.
¿Ha creado Snyder su propio Doomsday, un monstruo fílmico aberrante capaz de sembrar el descontento a su paso? El que fuera director de 300 parece haber encontrado su propia Kryptonita, alejándose de las majestuosas y estéticas escenas de dicho título, montadas en diáfana cámara lenta.
El pasado 13, 14 y 15 de marzo se celebró el Salón internacional del cómic de Granada. En su vigésima edición, contaba con una programación repleta de actividades y la presencia de autores nacionales y extranjeros que participaron en sesiones de firmas, charlas y presentaciones.
El viernes 13 tuvo lugar el encuentro profesional de autores, un acto configurado como microponencias de 3 minutos, donde cada autor explicó su trabajo o un proyecto en concreto mediante un número fijo de imágenes.
Entre los participantes, destacar la iniciativa de Broadcasting Cómics, una plataforma pensada para ofrecer cómics en formato digital, con contenidos gratuitos y de pago que propone el compromiso de que sea el autor el que recibe el máximo apoyo, animando a que haya feedback y a la adquisición de obra, como explicó Jose Luis Rozúa, desarrollador del proyecto.
Otro proyecto a destacar fue el de la Tebeoteca, una iniciativa personal de Javier Esquivias quien, en el espacio de la asociación La brújula de Momo en el barrio del Realejo, comenzó poniendo a disposición su colección de cómics para su préstamo y disfrute por parte de cualquier persona que se acerqué por allí los martes de 18:30 a 23:00 horas.
Imagen de la Tebeoteca en funcionamiento (granadaimedia.com)
Lo que empezó siendo un baúl se ha extendido ahora a varias estanterías en el local de la asociación y el préstamo esta funcionando muy bien entre el público, que se responsabiliza del buen uso y devolución de los ejemplares. Además, el proyecto tiene lugar en un contexto ameno y cercano, de tú a tú, lo que hace posible la charla, el intercambio de información y el asesoramiento personalizado al lector. El equipo de la Tebeoteca tiene además a su servicio a La brigada del cómic: un grupo de voluntarios tebeotequeros que se encargan de "acosar" por teléfono y redes sociales a quien no devuelva los tebeos en el plazo pactado... ¡siempre con sentido del humor y la complicidad de los usuarios! Os animo a todos los que paséis por Granada a visitar la asociación y si es en horario de Tebeoteca, mejor que mejor.
Este divertido Flyer te enseña cómo llegar a La Brújula de Momo...
... y en cómo funciona la Tebeoteca
Manuel Gutierrez fue el encargado de presentar Sallybooks, un sello editorial en desarrollo especializado en cómic y álbum ilustrado infantil y juvenil, donde "cada libro tendrá un nombre propio, una personalidad y un trazo único".
Lucía González, habitual en el Salón del cómic de Granada, nos habló de Comicca Fest, el Festival de Cómic de Mujeres que celebró su pasada edición en noviembre de 2014, con autoras como Ana Belén, Rivero, Sara Herranz, Mamen Moreu o Quan Zhou y numerosas e interesantes actividades como pintadas de escaparates, mercado de cómics, taller de presentación de portfolios, talleres infantiles, etc.
Cartel de ComiccaFest 2014
Ilustración de Maz! para Quadrants editións
Maz! expuso su trabajo como ilustrador, dibujante, colorista y matte painter vinculado al mundo de la animación, mostrando una selección con un alto nivel técnico mientras otros autores ponían la nota de humor o presentaban proyectos más personales como El Bute y su colaboración con Rakel Winchester en "Ábrete corasón" (recopilación de relatos eróticos ilustrados), Carlos Hebles con su "No hay poesía", tiras ilustradas con un estilo muy personal, Roger Crunch con su historia ilustrada "Raimundo el inmundo. El niño más guarro del mundo, historia que dijo componer como "poseído por Gloria Fuertes". Chema García, diseñador del cartel de los encuentros, expuso una buena muestra de su trabajo, de larga trayectoria.
Imagen del proyecto de El Bute con Rakel Winchester
Portada del peculiar cuento ilustrado de Roger Crunch
El encuentro profesional resultó un evento ágil y distendido, con aportaciones a todos los niveles y variadas (obras de narrativa, como Un reino a espada de Natividad Ballesteros o La caída del Inmortal de Pablo J. Gutiérrez, webcomic: "Flúor: treintañero cósmico" de Looepz y el manga de Rafael Segado "Otakon") donde Ricardo Esteban, editor de Dibbuks anunció el retorno de Spirou, mito del cómic europeo, a las librerías.
